Fuera de todo pronóstico, la transformación digital llegó primero a los hogares que a las empresas del país. Con las primeras formas de cuarentenas en que han ido avanzando distintas municipalidades y el Gobierno por el coronavirus, vemos cómo la tecnología y las herramientas digitales han irrumpido en todas las casas. Y ya no hay quien se niegue a utilizarlas.
Con la propagación del Covid19 hemos tenido que forzosamente hacer teletrabajo con escritorios improvisados y nos hemos sorprendido con videoconferencias de gran calidad y alza de productividad al buscar ser más ejecutivos con herramientas que hemos visto proliferar por estos días:
Clases en formato teleeducación. Todos los estudiantes desde la etapa preescolar están recibiendo sus tareas por correo, haciendo trabajos con YouTube o Microsoft Office 365. Incluso los niños en pre básica tienen reuniones de manera virtual con sus compañeros a modo, incluso, de contención emocional.
Clases universitarias o postgrados a través de Zoom. Profesores en vivo y debates en línea. Hemos tenido que aprender a dejar el micrófono en silencio, cámara encendida y levantar la mano para hacer una pregunta.
Entretención desde Netflix. Ahora se le suman recitales en vivo. El Teatro Municipal transmite ópera, ballet y música a domicilio cada viernes en “Municipal Delivery” y muchos museos han abierto sus recorridos de forma virtual.
Y como la cuarentena ha cerrado las puertas al ejercicio físico en las calles o gimnasios, las app para hacer ejercicios y los influenciadores han cobrado fuerza. Hasta los mismos profesores de clases suspendidas han tenido que reinventarse y ver cómo continuar con sus servicios, pero esta vez en un espacio más reducido y con elementos de la casa.
Aplicaciones y gestores de tareas, que nos ayudan a orientarnos con el presupuesto, horarios, cosas por hacer y comprar.
Boom de compras online de farmacias y supermercados. Sumado a que las aplicaciones de delivery están colapsadas.
Hasta las reuniones con familiares y amigos desde Hangouts, Whatsapp o Houseparty están arrasando durante la cuarentena.
Recetas en línea, diarios on line para informarse. Hasta atenciones médicas en línea o trámites como la renovación de patentes.
Hemos tenido que aprender a estudiar, entretenernos, compartir, comprar, informarnos, todo desde los canales digitales. Sin duda, una conducta que no tiene vuelta atrás.
¿Dónde están los principales desafíos? Uno de los principales será mantener el aprendizaje que hemos obtenido de esta experiencia forzada para aplicar tanto en el mundo privado, gubernamental y público. Ajustar los desafíos del teletrabajo, así como también sus normas.
Mejorar la conectividad de nuestro país, para que no existan exclusiones en esta transformación.
Por último, el desafío de mantener el equilibrio y horarios. Habremos aprendido otras formas de comunicarnos, de trabajar, de comprar, de estudiar, pero la humanidad que nos genera la cercanía es algo que no podemos perder en medio de esta transformación digital.
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